En cuanto a la jornada de ayer, diré que hubo alegrías y desilusión.
No me gustaría que nadie me malinterpretase, pero faltaría a la verdad si me callara lo que nos pasò. La pena va a ser también, que no podré describir con palabras todos los gestos, miradas y subidas de tono que utilizò la monja que nos atendió en el CONVENTO DE LAS TRINITARIAS DE EL TOBOSO.
Comenzaré por el principio.
Sábado, 02 de julio de 2011.
Salimos de MINAYA con lluvia.
Nada mas salir del pueblo con dirección El Provencio, no sé todavía porqué, me balanceo con mi bici, no atino a sacar los pedales automáticos y golpeo a la bicicleta de Arrate derribandola y haciéndole rodar por la carretera.QUE SEGUNDOS MAS LARGOS!!! todavía tengo la imagen en la cabeza viendole caer a cámara lenta. Gracias a dios no le pasò nada. Un par de moretones en mano, culo y hombro y pudimos continuar ruta tras una pequeña cura.
QUE SUSTO, joder!!!
Cuando llegamos a la gasolinera mas cercana, también pudimos comprobar que se había olvidado la bolsa de manillar en el poli de MINAYA, así que tuvo que volver a por ella.
Empezaba bien la mañana...
El día transcurrió sin incidencias reseñables. El Provencio, Las Pedroñeras, Mota del Cuervo, y por fin EL TOBOSO.
Durante toda la tarde habíamos estado llamando al convento de las trinitarias de esta localidad para saber la disponibilidad del sitio y los precios, pero nadie cogió el teléfono de las 6 o 7 llamadas que se hicieron.
Nos presentamos allí, y nos recibieron muy amablemente dos hermanas con agua (hacia muchísimo calor)y muy buenas intenciones, dejandonos una sala para que esperáramos a que ellas rezaran y nos prepararan la habitación. Al de unos minutos, la monja mas joven bajò para pedirnos 20 euros a cada uno por la habitación. Eran mas de las 19:00 hrs.
Amablemente le dijimos si en el precio incluía cena y desayuno, a lo que respondió que no. Que solo era en concepto de alojamiento, agua y luz.
Nosotros le comentamos que le agradecíamos la intención, pero que iban a ser muchos dias de camino y no podíamos llevar ese ritmo de gastos, a lo que respondió con un "esperen un poco que lo voy a consultar". Al de unos minutos volvió ofreciendonos lo mismo pero ahora por 15 euros cada uno. Como podréis deducir, la situación era bastante incomoda, y cada vez se volvía mas incomoda.
Le dijimos que nos íbamos, ya que en el hostal el Quijote (que es donde estamos), nos cobraban lo mismo y nos daban de desayunar, además que no nos sentíamos cómodos ya allí.
Ella tenía nuestras credenciales que se había llevado en uno de sus paseos y nos dijo que sino nos íbamos a quedar que no nos las sellaba.
La decepción iba en aumento.
Nos dio igual, se las pedimos y nos volvió a pedir mas tiempo.
Al de un rato volvió a bajar otra hermana mucho mas mayor y nos comentò con las credenciales en la mano que nos acogerían por pura caridad, en otra habitación distinta a la que nos ofrecían en principio, pero que "DEBÍAMOS APORTAR ALGO".
tuvimos una pequeña charla sobre los conceptos de caridad de cada uno, y al final cuando le dijimos que nos íbamos nos dijo q ya habían sellado las credenciales pero que no nos ponía la fecha.
No me gustaría que nadie malinterpretara mis palabras, ni mis intenciones, que por supuesto no pasaban por dormir gratis en el convento de las trinitarias, pero la situación se volvió tan incomoda, que mi cabeza y corazón decidieron salir de allí cuanto antes.
No voy a escribir mas de este tema, cada uno que saque sus conclusiones, solo diré que 2 dias antes dormimos donde otras hermanas en Almansa y el trato fue exquisito, el sitio limpísimo, y el precio 7 euros por persona. Les pagamos 15.