El tramo de Sarria me sorprendió día a día , era el 1º día e iba con ideas concebidas. En todas partes leí que desde Sarria hay 100 Km. , pero en el Mojón de salida pone que son 111 Km.
Tras una bajada llegamos a las vías del tren el semáforo se puso rojo y tuvimos que esperar, nos juntamos unas 40 ó 50 personas, eran las 6;30 , uf pensé ,masificado , podré tener momentos de quietud.
Pasado el tren seguimos, cruce un riachuelo y el gran árbol al comienzo de nuestra 1º subida, ahí cada uno ya fue a su ritmo y la gente se disperso enseguida.
Pasamos por aldeas que todavía estaban dormidas y me sorprendió en el 1º sitio que se podía sellar, se sellaba uno mismo, era una llamémosle habitación, con mesas y todo tipo de maquinas dispensadoras, comida, bebidas y lo que me sorprendió una dispensadora de conchas, de calabazas, de chubasqueros y demás merchandising del camino, verdad que no volví a encontrar ninguna. Lo que si la de bebidas están por casi todas partes. Gracias a que estaba el día de niebla el camino se izo medianamente bien, hay muchísimos tramos que no da la sombra.
Tuve muchísimos ratos de soledad que era lo que buscaba y ratitos pequeños de algún grupito que chillaban algo, pero en seguida te quedas o se quedan a atrás pues cada uno va a su ritmo. En este tramo me cruce con la 1º persona que marco mi camino, su frase fue, guía bien tus pasos, por cosas del camino supe de su camino.
La bajada que hay antes de llegar al río Miño en la entrada a Portomarin es una prueba bestial, ahí me dañe la rodilla, es muy empinada y larga. No creo que la olvide nunca.
Y cuando doblas la carretera y al final del puente ves esa escalinata, ufff... eso hay que vivirlo, tras la escalinata entras en el pueblo.