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¡Ya estamos de vuelta!

Iniciado por magmo, Julio 05, 2010, 06:13:28 PM

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magmo

Pues el Sabado 3, a las 15:30, llegamos al Obradoiro, despues de recorrer el Portugues desde Tui. IMPRESIONANTE camino, en todos los aspectos. Gracias Patoso, por haberme abierto los ojos a esta ruta, que para mi era totalmente desconocida.
En proximos dias prometo ir adelantando informacion y subiendo las prometidas fotos.
Buen camino a todos.
Cada latido de nuestro corazón es un paso más en el camino de la vida.

eunate

que alegria!! :D enhorabuena Magmo!!
espero esas fotitos jeje :D

patoso

ya veo que vuelves pletorico,cuanto me alegro de ello
estoy deseando que nos cuentes todas tus experiencias.
yo ultimamente no dejo de animar a todos los foreros que nos cuenten sus experiencias y asi animar mucho mas este foro
y las gracias te las doy ati por que me demuestras que eres un autentico peregrino y no un turista mas.
saludos y bienvenido

magmo

Pues como lo prometido es deuda... os cuento algo: Lo que en principio se presentaba como unas jornadas donde ibamos a conocer este camino que aún no conociamos, bien por fuera, bien por dentro, terminó creandonos unos fuertes lazos de cariño con gente a la que jamas, de no ser por el Apostol, hubiesemos conocido. Esa fué la magia de nuestro camino, de este camino. Del camino Portugues.

(Extractos de mi blog: el Fenicio Peregrino)
Tui - O Porriño.
La etapa bien puede dividirse en dos partes. Una primera, gallega, entre casas de campo y bosque, riachuelos y puentes de piedra, y una segunda, terrible, a traves de un poligono industrial, que con el intenso calor que padecimos, bien podria ser Highway to hell. Coincidimos todos los peregrinos en que el trazado debería variarse para evitar esos 4 kilometros de humos, camiones, industrias y asfalto, aunque ello supusiese algun kilometro más de caminata. Al final, exahustos, llegamos al albergue de O Porriño.

O Porriño - Redondela:
Salimos de porriño, con las pilas puestas. Algo de cansancio en los gemelos. Crema, mucha crema y pa'lante.
En ruta vamos coincidiendo, ahora aqui, ahora alli, con nuevos compañeros. La etapa es bonita, muy gallega, pero segimos sufriendo con la calor. Decidimos desayunar sobre la marcha y así lo hicimos al llegar a Mos, un pequeño pueblo en  mitad de una colina, que cuenta con una bonita iglesia y otro albergue. Luego comenzó una subida hasta el alto de Enxertade, donde llegamos con la lengua fuera. Cansados, nos encontramos una terrible bajada que puso a prueba nuestras rodillas. Al final lo solucionamos todo con San Voltaren y San Ibuprofeno (Un altar les pondría yo, oiga.)
El paisaje es el tipicamente gallego, rural. Pasamos por aldeas que ni vendrían en los mapas. Los desvios del camino, por las obras de la Alta Velocidad, creo que nos han hecho andar algo más de lo que ponían nuestras guias. Llegamos a Redondela temprano, con el albergue aun cerrado. Todos opinamos que hay que buscar donde ver a la selección. Pero nuestra amable hospitalera no cede a nuestras presiones y tenemos que estar en el albergue antes de las diez. Primera parte y cena, en un bar en la calle, y el resto por radio en la sala de lectura del albergue. Menos mal que ganó España. Hospitalera: Hay que tener un poquito de porfavor....

Redondela - Pontevedra:
Preciosa la jornada de hoy. No Le falto detalle para ser la autentica jornada Gallega, como bien dice mi amigo "Patoso". Quizas sobró algo de calor, no humano, sino solar. Comenzamos nuevamente por la fresquita. Los nuevos compañeros de camino estamos haciendo una piña en la que nos encontramos muy agusto. Cada uno a su ritmo, pero encontrandonos durante las etapas, echandonos una mano cuando hace falta, y compartiendo lo poco que tenemos. Ojalá la vida fuera así de fácil. Cuantas veces pienso en la cantidad de cosas que tenemos y no necesitamos; y en la de gente que necesitaria una pequeña parte de lo que nosotros despreciamos por tenerlo en exceso. Supongo que esto segtuirá siendo así siempre.
Volvamos a la ruta. Salimos del Albergue con el buen despertar que nos dió la victoria de España a Paraguay y dejandole una nota de "agradecimiento" a la Hospitalera.
El paisaje es el típicamente gallego, rural. Pasamos por aldeas que ni vendrían en los mapas. Los desvios del camino, por las obras de la Alta Velocidad, creo que nos han hecho andar algo más de lo que pònian nuetsras guias.
La entrada a pontevedra se antoja eterna bajo un calor acuciante, pero al fin nos dicen que el albergue está a un cuarto de hora. Un aquiarius para recuperar y seguimos. El cuarto de hora tambien se nos hizo largo, pero la señora llevaba razon.
El Albergue de Pontevedra es un edificio nuevo, pero acogedor. El trabajo que llevan a cabo en su gestión la Asociacion de Amigos del Camino Portugues debería ser copiado por algun otro albergue de los "Oficiales".
Al final del día una voluntaria (un Angel) puso sus conocimientos al servicio de los doloridos pies de los caminantes, dandoles masajes tan solo a cambio de un abrazo ¿increible? Pues nosotros lo vivimos. Real como que respiro. No obstante, todo aquel que quisiera donar algo en pago, lo destinan a los afectados en Haití.

Pontevedra - Caldas de Reis:
El dia está algo más fresco que los anteriores, pero aún así parece que va a hacer calor. En los albergues estamos coincidiendo unas cuarenta personas, pero peregrinos ¿cuantos?. Cada uno que haga el camino como quiera o pueda, pero los que llevan coche de apoyo no deberían ocupar cama antes que los que van cargados  con las mochilas....
Tras cruzar el casco antiguo de Pontevedra, siguiendo las luces azules que iluminan nuestro camino, llegamos al Puente de Burgo, y de ahí, tras cruzar, por enesima vez, la carretera nacional 550, nos metemos por un precioso camino que a traves de aldeas y pueblos. Seguimos  nuestro camino y nos encontramos con todo lo que habia de esperar para que la etapa fuera emocionantemente peregrina. Tramos de boscosa vegetación, caminos inundados de escorrentias que habia que vadear. Fangales a los que hubo que buscarles un paso alternativo, enormes viñedos que, con sus parras en alto, ofrecen sombra al caminante. Y al final: Caldas de Reis.
Caldas es conocida por sus aguas termales. Una fuente que dá agua a 42º y otra a unos 25º. Ideales para los dolores de reuma, huesos, afecciones de piel. Es un pueblo coqueto, con su rio y su balneario, donde la gente va a relajarse y a reponerse de la vida diaria. Y realmente entran ganas de quedarse allí.
El albergue, provisonalmente, esta instalado en los locales bajos de un edificio, que anteriormente sirvieron de supermercado. El Ayuntamiento, que es quien lo gestiona, esta buscando un edificio más adecuado, pero, a falta de una cocina, tiene todo lo que un peregrino pueda necesitar. Lo atienden como voluntarios, los dueños de la cafetería de al lado y está situado junto al Puente romano. Para comer: justo enfrente restaurante A Ponte Romana. Menu del peregrino a 6 € y creedme que es un precio ridiculo para lo bien que comimos.

Caldas de Reis - Padrón:
Llueve, es lo primero que pensamos todos al salir del albergue y desayunar a las 6:30 de la mañana. Ese chirimiri constante tan habitual en Galicia, hizo acto de presencia, como por justificarse, en nuestra penultima etapa.
Asi las cosa echamos a andar ente esa niebla-lluvia que nos acompañó toda la mañana. Pasamos nuevamente por caminos rurales y de puro monte. Santa Mariña de Carracedo nos ofreció la imagen de su iglesia que nos miraba con la frialdad de la piedra mojada. De ahí a San Miguel de Valga, donde nos zampamos unos bocatas de aqui te espero. Hay que reponer fuerzas y calentarse. Luego comenzamos un suave descenso hasta Padrón, a donde llegamos sin apenas lluvia. Padron tiene un aire señorial, de las viejas villas del norte, aunque, perdoneme sus habitantes, venida a menos. Su jardín botanico es una de esas señas de identidad que la hicieron famosa, junto a  la poesia de Rosalia de Castro o la ávida pluma de Don Camilo. Al final todo el que conoce Padrón, lo conoce por sus pimientos. Una lastima.
El albergue es un maravilloso edificio de piedra, perfectamente restaurado y en el que nos sentimos como en casa.

Padrón - Santiago:
Salimos con cierta congoja hacia Teo, sabiendo que algunos de nosotros parariamos en Teo para dormir y alcanzar Santiago el Domingo. Ibamos distraidos, pensando en cien mil cosas que nos habian sucedido en estos cinco dias. Mas silencio que de costumbre. Parece que acortabamos los pasos para no llegar nunca a ese momento de la separación. Pero cuando llegamos a Teo y a su albergue nos liamos la manta a la cabeza y decidimos segur hasta Santiago. Solo quedaban 10 kms, despues de los 14 ya recorridos. Y continuamos, entre todos, con todas las paradas necesarias. Ahora todos juntos, porque habiamos decidido llegar en grupo a Compostela. Así llegamos a O Milladoiro, donde vimos, a lo lejos las torres de la Catedral compostelana. Este punto tambien debería ser lamado Monte do Gozo-2. Nos hicimos unas fotos de grupo, para comenzar con la caminata que nos llevaría al kilometro 0 de nuestra aventura. Pero, ay amigo, que cuando mejor nos las pintabamos, comenzamos el ascenso a Santiago. Una terrible pendiente que los coches subian en primera, nos dejó sin aliento y nos llevó más de una hora hasta alcanzar la plaza de Galicia. De ahí al cielo. El paseo por las calles Santiagueras fue entre risas y abrazos, hasta que llegamos al Obradoiro a eso de las tres y media de la tarde.

Ultreia!
Cada latido de nuestro corazón es un paso más en el camino de la vida.

Silence

¡Qué guapada!
Enhorabuena, y a seguir cosechando Caminos. Me da que todos somos del mismo palo jeje

Un abrazo y mucha suerte, en los Caminos y en la Vida, que al fin y al cabo es lo único que tenemos y el Camino más difícil de recorrer :)